E curioso comprobá como las casolidades existen, cuan entrán en un
bucle y mos pasan cosas que copian un mismo patrón, fenmos dudá si no estarén
sonean. Ya´l dice ixa teoría matemática de los fractals que se repiten a sí
mismos infinitamente…
Debe de está tot estudiau, pero no dixa de sorprendemos al veyelo con
los nuestros ojos.
Hen comprau lo que se podría llamá, un pallero con un jardiné, pa
reconvertilo en un loft rural respetuoso con el medio ambiente, posá trastes
con los que emporcá lienzos, pllantá bel güertet ane recojé cuatro verdurotas “kilómetro
cero” y podé reunimos a fe parrilladas y canapés “slowfood”.
Pero resulta que cuan van í a fé los papels, el Notario mos va cobra
el doble la escritura perque veniba de trenta y tres herederos, la Registradora
no mo´l inscribiba perque teniba otro número de calle y el Ayuntamiento va
tardá un mes en femos el certificau perque va curto de personal.
Total, que en teniu que rechirá prou pa arreglalo tot y sabé de la antigua
propietaria…
Pos resulta que mos hen trovau con una “hipster” alternativa, pero
nacida a principios del siglo pasau: naturalista, vegana, ácrata, sin familia,
que leéba prensa diariamente y la renovadora revista La Esfera de vez en
cuando, coleccionaba artículos de viajes a ciudades con mar y de la moda de
París de los felices años veinte, además escribiba cosetas en libretasy feba
dibujos con pintes.
Tot ixo el sabén a resultas del material que hen teníu que sacá de
entre las tararañas pa vaciá el pallero, pero sobre tó per lo que mos han
contau las vecinas, cllaro está:
-¡Feba lo que queriba! Viviba sola, y estaba estransida, perque solo
comeba de lo que criaba y se curaba con yerbetas que repllegaba pel monte y per
los regals, pero era muy curiosa, perque sabeba leé un rato llargo, saliba per
las tardes a la puerta y se sentaba en ixa silla a leéles cuentez a las
agüeletas, que no y sabeban, y la escuchaban embelesadas. Mientras, ella viviba
con lo mínimo y tot lo que va ahorrá en sus noventa y seis años, que va sé
mucho, el teniba invertiu en Bonos del Estau pa financiamos a toz.
Ixa era Liria, tot un personaje, original como pa ella sola, con
personalidad propia, con una sensibilidad muy especial, solidaria per
convicción, y respetuosa con la naturaleza. A sabé el rabaño de dificultaz que
se trovaría ixe siglo casi entero que va viví.
Así que la responsabilidad e muy gran, no poden entrá a lo bruto en
los espacios que ella va pisá. Tenín per deban un reto prou tal cual, y sobre
to, tenín que respetá el espíritu de aquella que per allí ronda y que mos
vigila desde el tellau.
El
primer “pero” que mos ha posau, ha siu cuan le hen cortau la morera que teniba
pllantada en el jardiné, perque las raíces espunchegaban per debaixo de los
alazez y mos subiba humedá. Liria s´ha enrrabiau y mos ha dicho que nanai… “que
de ixe árbol no se fa guayre leña”; asinas que, como ya el hen arrancau de
cuajo, no mos queda otra que cortá las raíces y las ramas y zampalo en dentro
pa decorá; que ben pensau puede quedá prou original.
Pero
el albañil mos dice que están box, que en el proyecto de obra no se y puede
integrá… nusatros ni caso… cara abán…
Los
vecinos, que tenín que fe una bodegueta rústica con un toque mudéjar como el
que se le da per allí, perque está en el casco antiguo…
Menos
mal que no les hen contau, que en hay cosas que no mos dixa fé Liria, y que per
nuestra cuenta están aplicán el Feng Shui pa que las energías fluyan…
Pero
nusatros a lo nuestro, querín fe un güerto en el tellau como los noruegos, y
mos dicen:
-¡No,
que se tos afunirá!
Farén
una chuminera pa asá chulletas…
Y
se y siente a Liria:
-¡No,
que tiene que subí muy alta pa no tirale fumo al vecino!
-Mira
Liria, si no quies carne ya farén parrilladas de verduras. ¡Cállate ya!
Farén
una piscina…
-Que
no, que en hay que picá muy fondo.
Farén
un taller pa pinta cuadros ben grans…
-¿Y
pa qué tanto? ¡Si no los podrez sacá dispues!
Farén
una puerta corredera con la vieja que recuperarén…
-No
se puede, que está cucada.
Posarén
el suelo de cemento pulíu…
-Imposible,
tos subirán humedades…
Posarén
una placa solar al techo…
-¡Otra
que tentango! Si cai al ubago…
Pos…
¡Posarén un güerto al jardiné!
Y
mos dice Liria:
-Astí
sí que tos doy el “visto güeno”.
Así
que por fin, dispués de alguna que otra enrrabiada, y de sé muy tozolóns, sin
admití nunca un “no” per respuesta ni de vivos ni de muertos, aquí están
escribín estas linias bajo techo, al abrigo de la morera cortada, que en
embutiu casi entera en el loft rural con buen Feng Shui.
Afuera, en el güerto, aún en hay
andamios; p´el jardín vertical cai un chorré de aigua relajante que regará unas
ensaladas que ya asoman en tres caballonez; y en el patio, se vei un
cuadro a medio pintá que no y pasará per la puerta, una moto que mos llevará a
ciudades con mar pa veyé museos y galerías de arte conceptual; y aquí endentro,
tenín ben a mano el baúl que guarda una colección de periódicos viejos,
libretas amarillentas y recortes de revistas con alguna hoja radida, que
furonearén poco a poco pa sabé en t`one tenín que tirá cuan por fin esté
acabada la obra.
Lo
que sí que tenín cllaro é, que pllantarén unos lirios, pa no perdé la
perspectiva… perque y pensó que ixa mullé lo que mos está pedín, é
precisamente, lo que no va podé fe ella: que feigán brotá la flor y el fruto en
un árbol sin raíces, tal y como se materializan los deseos en la tronca de
Nadal.
Onque
tot ixo no´l poden sabé de cierto, y como dice alguno per astí, yo solamenteme´l supongo.
Rosa